miércoles, 4 de julio de 2012

Bcn en dos días.

Bonsoir a toute le monde!
Dada por finalizada mi estancia polaca, no conforme con dejar el verano pasar como si nada, me acabo de embarcar en una aventura francesa de la que espero salir ilesa y hablando el idioma, he dicho.  :)
Lo que vengo a decir es que en mi camino a Bretagne hice un alto en una ciudad que tenía muchas ganas de disfrutar: Barcelona. Aprovechando las conexiones aéreas y gracias a mi amiga Mireia, pude sentir el ambiente de la capital catalana.
Solo 48h fueron necesarias para abrirme el apetito, me dejé mucho por ver, pero lo que probé me gustó, así que no descarto segunda visita a corto-medio plazo. Avisados quedáis.


Abrimos boca con un concierto de Chambao en la sala Poble Espanyol, una plaza estilo medieval que evocaba un ambiente íntimo a la par de desahogado y acogedor. Mireia y sus amigas me dieron a conocer una pizca de la noche barcelonesa, y la verdad es que a pesar de ser nueva para mí, no me sentí extraña. 




El segundo día fue un goce, un paseo por las Ramblas y sus mercados, el pintoresco Barrio Gótico y el Born fueron los escenarios elegidos. Le insistí mucho a mi amiga en que no iba de turismo, que quería disfrutar la ciudad como si viviera en ella... y así fue. 
En el paseo no faltaron copas de buen vino, pequeñas boutiques y margaritas. Un día es un día.
Y de repente apareció en mi camino Dolores Promesas y no pude hacer nada para frenar. Una tienda dulce, simpática, con dependientes detallistas que cuidan y miman sus prendas con esmero. Entre tazas de café y cajas de golosinas encontré escondidos eslóganes que no tienen desperdicio. Pasamos dentro de "la Bonita" al menos dos horas, no podía irme, tengo debilidad por la belleza en todas sus dimensiones y es que Dolores Promesas me cautivó, fue un amor a primera vista.














Espero que os haya gustado, en breve post  francés!
Bonne nuit!